El Whisky: La increíble historia del “agua de la vida”.
El Whisky: La increíble historia del “agua de la vida”.

El Whisky: La increíble historia del “agua de la vida”.

La fría mañana del 16 de diciembre de 1773, la historia estaba a punto de cambiar, cuando en el entonces reciente puerto de Boston en Massachussets, una turba iracunda atacó a tres barcos comerciales ingleses que traían un cargamento de té desde China. ¿Qué tiene que ver esto con el origen del whisky? Sigue leyendo.

El llamado “motín del té” es considerado el evento primigenio y detonador de la guerra de independencia, aunque ésta no comenzaría hasta tres años después.

Pero en esta guerra comercial hubo otro enemigo que sufrió un golpe bajo y que sería el detonador de una crisis económica que haría que la corona inglesa perdiera sus territorios en América.

En este ataque iracundo, la verdadera víctima fue el whisky.

Ríos del vital líquido se perdieron en las frías aguas bostonianas y eso sí ofendió a la Corona.

Pronto se libraría una guerra intestina que alimentaría la idea de independencia y el nacimiento de unas de las grandes potencias del mundo moderno.

Lo cierto es que no era el té inglés el enemigo, era el whisky escocés apoyado por la corona inglesa el que era el verdadero enemigo de la incipiente industria del whiskey americano.

¿Pero cuál es la relevancia de este aguardiente de cebada en la historia de la humanidad?

Para empezar a dibujar la importancia de esta bebida espirituosa en el desarrollo del hombre, necesitamos remontarnos a los anales de la humanidad, cuando el homo sapiens fue capaz de articular las primeras comunidades y la posibilidad de acumular alimentos para ser consumidos posteriormente se volvió indispensable para la supervivencia de la especie. Esto ocurrió hace aproximadamente 80,000 años antes de Cristo.

La introducción del alcohol a la dieta del ser humano ocurrió en nuestros primeros pasos y surgió por una razón más de supervivencia que de vicio. Rápidamente en la sedentarización de la humanidad, uno de los grandes problemas fue el agua. Sin saberlo, el ser humano se enfrentó a la contaminación del agua.

Los microorganismos, así como materiales inorgánicos venenosos que abundaban en los diferentes asentamientos acuíferos, cómo el plomo se convirtieron en la principal amenaza para la supervivencia de la humanidad. Así que pronto la experimentación en la conservación de alimentos nos llevó a la creación de las bebidas altas en alcohol.

La primera técnica y las mas antigua fue la fermentación del agua.

Uno de los procesos más interesantes  por parte del homo sapiens fue el uso de la inteligencia a través de la observación y experimentación para apropiarse y desarrollar técnicas en simbiosis con otros habitantes de nuestro planeta y uno de nuestros primeros aliados fue la levadura.

Esta bacteria rápidamente se volvió parte fundamental del desarrollo de la humanidad participando en los procesos alimenticios mas importantes de nuestra relación con la comida: la fermentación del pan y la fermentación del agua.

Del surgimiento del pan hablaremos en otro momentos, pero la fermentación del agua o digamos de los líquidos dieron paso a la producción o transformación de alcohol con el vino y la cerveza.

La fermentación tenía la propiedad de esterilizar de una manera segura tanto el jugo de uva como el agua alimentada con cebada y levadura,  la hacía resistente a las bacterias y permitía conservarla por más tiempo, pero tenía un efecto secundario, el resultado de este proceso químico convierte el azúcar en alcohol y el alcohol tiene efectos físicos en el ser humano.

De la fermentación y sus variantes tendremos tiempo para platicar largo y extendido, tanto el vino como la cerveza merecen mucho más tiempo del que les podemos dedicar hoy, sin olvidar que importantes bebidas que se preservan hasta hoy son también producto de la fermentación, como el pulque, la hidromiel o el sake japonés, que es la bebida con más volumen de alcohol que puede producir la fermentación.

 Pero es importante mencionarlo para entender el siguiente proceso de producción de alcohol que desarrolló el ser humano para conservar el “agua” o más precisamente, para producir alcohol: La destilación.

En 1975, Paolo Rovesti, un químico y farmacéutico descubrió en las montañas de Pakistán un aparato de terracota que al parecer servía para hacer un tipo de destilación primitiva, esta pieza de arcilla databa del 3000 a.C. Este es el instrumento de destilación mas antiguo que se conoce y que nos habla de la importancia de este proceso en la historia de la humanidad.

En el origen de este importante proceso, los esfuerzos se enfocaron en la producción de perfumes y extractos medicinales, encontrando que tanto los árabes en los siglos II y III de nuestra era, de los egipcios que tienen registro de estas técnicas en los siglos I o II antes de Cristo, como los chinos alrededor del siglo V, ya dominaban esta técnica en pequeñas cantidades.

No es hasta los siglos entre XII y XIII, primero con los árabes que después introdujeron esta técnica y el uso de alambique (una palabra evidentemente de origen árabe que significa “la copa que destila” de sus acepciones griegas y árabes) a Europa a través de Grecia e Italia; que se empezó a producir en cantidades mayores la destilación del alcohol para consumo humano.

La destilación del alcohol empezó incluso muchos siglos antes, pieza fundamental como fijador en la perfumería y en la búsqueda por crear bebidas espirituosas que consiguieran generar transes mágicos a través de la alta graduación del alcohol, fueron siempre la búsqueda de los antiguos seres humanos.

En 1500, el alquimista alemán Gerónimo Braunschweig publicó su libro Libertad de arte destilando (el libro del arte de la destilación), el primero dedicado exclusivamente a este tema. En 1651, John French publicó The Art of Distillation, el primer compendio importante en inglés sobre la práctica y que se enriqueció de la versión de 1512 del libro de Braunschweig.

Así, entre los siglos XIV y XVII, Europa entera empezó a desarrollar la técnica de la destilación de las bebidas espirituosas, trayendo consigo la creación de importantes bebidas destiladas que se convertirían en símbolos de naciones enteras. Como ocurrió en el Reino Unido con el whisky.

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