La Ruta del Chile en Nogada nos llevó al Centro Histórico de la Ciudad de México, a la calle de Dolores, justo a unos pasos de la entrada al Barrio Chino.
En el número 16 se encuentra el Testal, una propuesta gastronómica que surgió en 2017 y que se consolidó con los años por su clara perspectiva: El rescate de los sabores mexicanos fundamentados en la tradición prehispánica y la cocina novohispana de principios del siglo XVII.
El Testal.
Testal significa “bolita de masa” y es la porción de masa de maíz que se redondea para hacer las tortillas.
Desde su surgimiento, la especialidad es la temporada de Chiles en Nogada, que ya son la insignia de la casa.
Con un tiraje numerado, nos comentaron que se espera que este año llegue a los 12 mil.
Una decisión determinante es pedirlo capeado o sin capear. Lo recomiendan sin capear, esto va en sintonía con el rescate prehispánico, porque el capeado es tradicional de la gastronomía del siglo XVIII.
Sobre el Chile en Nogada.
El chile poblano tiene un relleno delicado y delicioso, compuesto por carne de res y de puerco y con predominancia de los frutos secos, tiene el sabor inconfundible del “chile relleno” sazonado con un toque de chiles que lo hace memorable.
La nogada, hecha con nuez de castilla y coronada con jerez es una apuesta al paladar, pues la predominancia del alcohol hace que el sabor suba de la base de la boca hasta la nariz, pero habrá paladares que la encuentren excedida en la cantidad de alcohol. Sin embargo, su textura grumosa con pequeños pedazos de la nuez de castilla la hacen tersa al paladar.
El perfecto balance entre sabor y cantidad entre el perejil y la granada coronan este platillo, que es uno de los mejores que hemos probado esta temporada.
Con sus sabores fuertes y definidos, es un gran ejemplo de cómo se debe de hacer y presentar este manjar de la Ruta del Chile en Nogada.
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