Estamos ya bien entrados en septiembre y la temporada de Chile en Nogada se acerca a su fin, así que no podíamos dejar de probar la siguiente parada de la ruta.
Llegamos a Casa Reyna, un restaurante y hotel boutique en el corazón de Puebla que se ha forjado desde el 2007 como un lugar de encuentro del rescate de la comida poblana. Este hermoso edificio, que era una fábrica entre los siglos XVI y XVII, alberga uno de los mejores lugares para probar la comida poblana.
El momento más importante del año es cuando empieza la temporada de Chile en Nogada.
El ritual de Casa Reyna.
Todos los años Casa Reyna se dedica a producir una gran cantidad de Chiles en Nogada y los numera y los certifica ante notario público para conservar la autenticidad tanto de sus ingredientes como de su receta.
Este año nos tocaron los chiles con número 39,223 y 39,224.
El Chile en Nogada: un manjar para un emperador de las manos de unas monjas.
Siguiendo la receta original, nos encontramos con un chile de calidad suprema.
El chile está relleno de una deliciosa mezcla de carne, frutas y semillas.
Tiene un sabor salado, a momentos picoso y está balanceado con una nogada que resultó más dulce que las otras que probamos, pero esto es intencional.
Varias dudas históricas se resolvieron en esta visita a Casa Reyna, y lo mejor es que se pudieron deducir de manera empírica al probar este gran Chile en Nogada:
La primera es que a versión original era capeada, eso nos deja claro que el famoso verde de la bandera no lo representaba el Chile Poblano, sino y más bien el perejil.
Aquí es donde una nogada de nuez de castilla tersa y blanca, con el sutil, pero penetrante gusto del vino de consagrar, extremadamente dulce, se combina con el perejil fresco que contrasta y neutraliza los sabores dulces para hacer que su sabor predomine el paladar.
Definitivamente, el perejil era un ingrediente, no solo un adorno, pero también se confirma que la receta original era muy dulce, casi un postre, como lo describen algunas crónicas del siglo XIX.
Como cada año, Casa Reyna no decepciona y confirma una vez más que es una parada obligada en la Ruta del Chile en Nogada.
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